El problema se acrecienta cuando la recarga se realiza en otro lugar, como en kioscos o librerías, que cobran en algunos casos hasta $400 de recargo, a veces con un tope máximo cuando el costo a la hora de viajar ha aumentado considerablemente en los últimos meses. También es necesario acreditarlas antes de pasar los molinetes en las pantallas para poder usar las cargas disponibles que antes se podían hacer en los colectivos pero algunos choferes dicen que el sistema ya no funciona.