Las cosas por su nombre
Fabian F. Luna (*)
El vocablo “HATER” se impuso en nuestra lengua por moda, como tantas otras. Lo que quiero desarrollar es si tenemos real dimensión de esta palabra, más allá del simple comentario. Entender que un hater ,es algo más que criticar otro.
Que pensaría una persona si le dicen que es alguien que irradia odio. El odiador o hater, es alguien que no pueden ver algo positivo en las personas, envidia podríamos decir, pero no, es poner de manifiesto lo negativo por sobre la actitud de una persona.
Este es el punto, nos percatamos realmente de que significa ser un hater. No es un racista, pero lo es, no es un discriminador, pero lo es, no se cree un ser superior, pero reúne todas las características. Es de todo esto un poco.
A través de nuestra historia nos encontramos con palabras que cumplieron una función, sin ir muy lejos, el “HDP” en su momento podía llevar a un enfrentamiento feroz. Hoy se la utiliza para resaltar la tarea de alguna persona, ejemplo “ese Messi es un hdp con la pelota”.
El hater es un odiador, quizas comparable con un pecado capital, para ponerlo en términos de la peligrosidad de quienes odian. Odiar implica poner a la otra persona en un ámbito lejano. El que odia pretende hacer desparecer al otro.
El odio siempre estuvo presente, pero tenía su sanción, llamaba la atención. Hoy esta naturalizado ser un hater, es moda. De verdad pretendemos ir a las antípodas de la civilización y cambiar la lógica de la unidad, por la de odiar.
La violencia no siempre se desarrolla entre varias de personas, su escalada puede surgir de la acción unipersonal, detenerla a tiempo es la tarea, para no llegar a algo más peligroso. Es lo que ha venido sucediendo con tantos casos de acoso, por no llamar las cosas por su nombre.
Necesitamos saber que es un odiador y naturalizar que no queremos vivir en medio del odio. Conocer lo intrínseco de cada palabra, que se enmascara detrás de palabras de moda, pero crea el clima de desunión.
La cuestión del fake news es para tomar en cuenta. Cuando alguien está reproduciendo falsas noticias, está creyendo cosas que no son y a la vez colabora con la cadena de odio. Deberíamos estar más atentos ante una noticia, buscar otros medios de información y compararlo.
Las cosas por su nombre siempre van a ser más sencillas de entender. Muchos vocablos se han sumado, pero lo característico de los últimos es que nos llevan a vivir en una comunidad que se odia. El hater o el fake news, tiene un solo sentido, separarnos.
Estamos ante personas que hace un culto del odio, esos haters, están hablando mal de tu hijo, de tu hermano o también reproduciendo falsa noticias para aumentar el odio. Un enjambre de odiadores nos rodea. Nos están llevando al enfrentamiento.
Allí en las redes sociales, estos odiadores también se esconden bajo el nombre de trolls, que no son otras cosa que personas que buscan generar discusiones, que lleven a conflictos y a radicalizar las posiciones de los que leen.
“El que critica, se confiesa” era el título de un libro muy antiguo. De esto se trata, aquel que se atreve a ser lo que es, es ofendido por quienes no pueden hacer o decir, pues se ocultan detrás de las redes sociales, viven aparentando.
Este texto no trata sobre cómo ser una buena persona. Intento llamar la atención de como ciertas palabras significan algo, pero a veces no sabemos lo que nos quieren decir, ni que presente describen.
(*) Licenciado en Economía Empresarial, estudiante avanzado de abogacía, ex concejal y ex Director del Museo Histórico 17 de Octubre “Quinta San Vicente”.